Lupita Nyong’o está en una misión para salvar elefantes en Kenia
En la nueva adaptación de ‘El Libro de la Selva’ de Disney, la actriz ganadora del Oscar, Lupita Nyong’o, presta su voz al personaje Raksha, una madre lobo que adopta al humano Mowgli y lo mantiene a salvo. El papel de Raksha, una palabra Hindi que significa “protección”, tiene mucho que ver con Lupita, pues ella creció en Kenia y protege la fauna silvestre, lo que le ha llevado a ser embajadora global de elefantes por la organización internacional de conservación WildAid.
La actriz habló recientemente con la revista Condé Nast Traveler sobre su profundo respeto por los animales (elefantes, en particular), sus viajes al Parque Nacional de Amboseli y su amor de toda la vida de Kenia.
Mientras viajó a su nativa Kenia el junio pasado, Nyong'o pasó un tiempo en el David Sheldrick Wildlife Trust en Nairobi, un refugio para los elefantes cuyas madres han muerto por cazadores furtivos, y el Parque Nacional de Amboseli. Se le preguntó si su amor por los animales influyó en su decisión de participar en la película ‘El Libro de la Selva’ y esto fue lo que respondió:
"Tenía una parte en ella, sí. Me he sentido muy conectada con la historia desde que era una niña. No estoy totalmente segura de por qué. Me encanta la idea de las familias elegidas, de Mowgli siendo recogido por una madre lobo que lo ama sin importar las diferencias. Eso realmente resonó por mí. Fue un placer ser Raksha , y trabajar con [el director ] Jon Favreau. No podría estar más orgullosa de ser parte de esta película. Es realmente impresionante".
Crecer en Kenia, Lupita Nyong’o dice: "Recuerdo que fuimos criados con un verdadero sentido de respeto por los animales que vivieron alrededor de nosotros, los elefantes incluidos. Siempre he sentido una afinidad especial por el elefante. En la escuela tenía que aprender una canción hermosa de salvar al elefante. Mi mamá todavía tiene el video! ".
El 30 de abril, Kenia planea prenderle fuego a hasta 120 toneladas de marfil, la mayor reserva jamás destruida por ningún país, como prueba del compromiso con la tolerancia cero para la caza furtiva y el comercio ilegal del marfil.