La actuación de “método” no es un concepto nuevo en Hollywood. Si bien obtiene resultados y ayuda a los actores, generalmente, a ganar los más prestigiosos premios y ofrecer representaciones convincentes de sus papeles sin salir del personaje que están interpretando, puede tener efectos perjudiciales. Esto mismo fue lo que le pasó a la gran Lady Gaga, al interpretar a Patrizia Reggiani, esposa de Maurizio Gucci en la nueva película de Ridley Scott ‘La casa Gucci’.
La película tiene lugar en 1978 cuando una joven y atractiva Patrizia trabaja en la pequeña empresa de camiones de su padre. Conoce al heredero socialmente incómodo del imperio Gucci, Maurizio, y lo persigue agresivamente, encantándolo para que se enamore de ella. Lo logra, queriendo también formar parte del poderoso apellido. El resto es historia.
Ahora, han salido a la luz, según diversos informes y entrevistas, que Gaga necesitó una enfermera psiquiátrica en el set mientras filmaba dicho papel. Hablando con Variety, la artista contó: “Traje la oscuridad conmigo a casa, porque su vida era oscura” (…) “Tenía una enfermera psiquiátrica conmigo hacia el final de la filmación. Sentí que tenía que hacerlo. Sentí que era más seguro para mí”.
La actriz admitió que no entiende por qué se somete a tales instancias cada vez que está filmando un proyecto, sin embargo, sostuvo que tiene “una especie de relación romántica con el sufrimiento por su arte”. Aparte de eso, Gaga tomó otras medidas drásticas para su papel, incluyendo hablar con su acento italiano durante 18 meses durante el rodaje. La cantante también se tiñó el pelo de negro porque le resultaba casi imposible hablar con dicho acento siendo rubia. Además, decidió subir algo de peso para retratar perfectamente la figura de su personaje. Como señala la fuente Insider, la estrella acentuó su figura comiendo porciones adicionales de pasta y pan para aumentar de peso.