El mundo de la aviación y el cine se encuentra en luto tras la trágica pérdida de Charles Thomas “Chuck” Coleman, un piloto acrobático de renombre que dejó una huella imborrable en el mundo del cine.
El 20 de octubre, durante un espectáculo aéreo en Las Cruces, Nuevo México, Coleman, de 61 años, se vio envuelto en un fatal accidente mientras realizaba acrobacias en su avión Extra EA-300. Aunque fue un experto en su campo, la tragedia sucedió cuando su aeronave se estrelló alrededor de las 2:30 p.m., lo que llevó a las autoridades a cancelar el evento y abrir una investigación para esclarecer las causas del siniestro.
Con más de 10,000 horas de vuelo a su haber, Chuck no solo era un piloto consumado, sino también un instructor de vuelo acrobático que tuvo el privilegio de preparar a actores para la película “Top Gun: Maverick”. Su labor fue crucial para que figuras como Tom Cruise pudieran experimentar la adrenalina de volar aviones F-18 Hornet, brindando autenticidad y emoción a las impresionantes escenas de vuelo del film.
La pasión de Coleman por la aviación se reflejó en su dedicación a la enseñanza y en su participación en cientos de exhibiciones aéreas a nivel mundial. Su nombre se asocia con la destreza y la precisión en cada maniobra, lo que lo convirtió en una figura respetada y querida en la comunidad aeronáutica. Tras su fallecimiento, amigos, familiares y admiradores han expresado su tristeza a través de redes sociales, recordando no solo su habilidad en el aire, sino también su carácter generoso y su entusiasmo por compartir su pasión con otros.
El alcalde de Las Cruces, Eric Enriquez, le dedicó unas sentidas palabrs:
“Extendemos nuestras más profundas condolencias a los seres queridos y fanáticos de Chuck Coleman. Su legado perdurará no solo en los cielos que tanto amó surcar, sino también en el cine, donde su influencia contribuyó a crear escenas memorables que quedarán grabadas en la memoria de muchos”.