No es raro que los actores cambien drásticamente su físico para poder interpretar un papel que lo amerite. Unos de los ejemplos más conocidos son el de Charlize Theron en ‘Monster’, Christian Bale en ‘El Maquinista’ o Tom Hardy en ‘Bronson’.
Alexander Skarsgard, a pesar de ya tener un 6-pack, para 'La Leyenda de Tarzán' era necesario que tenga un 8-pack, lo que no es nada fácil de conseguir. El hombre de la selva no puede ser un flacuchento, a menos que no esté balanceándose entre las ramas de los árboles como su familia de primates.
El actor debía comer 7000 calorías al día (una persona normal consume aproximadamente 2000 calorías al día) como parte de una dieta estricta durante todo el tiempo de producción de la película, pero 3 meses antes del inicio de la misma, ya había triplicado su consumo de alimentos. Además de eso, junto con su entrenador personal, empezaba a ejercitarse todas las mañanas a las 4:30 ¡de la mañana! Comía 6 veces al día y entrenaba 2 veces en una jornada.
Y no solo eso, su dieta le prohibía cualquier tipo de alimento que contenga glúten, trigo, lácteos, alcohol y/o azúcar, o sea que nada de postres ni frutas, ni jueves de patas con un par de chelas. ¡Pobre! Su compañera de trabajo, Margot Robbie (Harley Quinn en Escuadrón Suicida) contó que una vez lo dejaron comer una manzana, y que debió ser la más rica de su vida, pues la besó antes de morderla.
Con un régimen tan estricto, hasta Chiky conseguiría ganar el mundial de fisicoculturismo.