El gobierno australiano, junto al FBI, vuelve a investigar el ingreso ilegal a Australia que Amber Heard hizo de sus mascotas en el 2015
¿Recuerdas cuando #AmberHeard violó estrictas normas australianas tras ingresar a sus mascotas ilegalmente al país? Pues este tema ha vuelto a salir a la luz, esta vez a manos del FBI.
Si creías que el caso de Amber Heard y Johnny Depp había acabado, el gobierno australiano opina lo contrario. Según recientes informes, el FBI estaría ayudando al gobierno australiano a investigar si Heard cometió perjurio en un tribunal de Queensland, allá por el 2016. Las acusaciones de perjurio se relacionan con los procedimientos judiciales que surgieron de una visita a Australia junto a Johnny Depp en el 2015, cuando Heard violó las estrictas leyes de cuarentena al no declarar a los dos perros de la pareja, Pistol y Boo, según informa Law & Crime Network.
Heard introdujo de ‘contrabando’ a sus dos Yorkies miniatura en el país a través de un jet privado en mayo de 2015 cuando su entonces esposo estaba haciendo la quinta película de Piratas del Caribe, sin pasar por los protocolos de cuarentena y contraviniendo las estrictas leyes de bioseguridad australianas en el proceso. Según el Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de Australia, los perros o gatos traídos a Australia desde los Estados Unidos deben tener un permiso de importación, pasar 10 días en cuarentena y someterse a un examen veterinario antes de ser liberados, nada de lo que Heard hizo con sus mascotas. En ese momento, el entonces viceprimer ministro Barnaby Joyce ordenó que Pistol y Boo fueran sacados del país o serían sacrificados.
La historia llegó a los titulares internacionales después de que se acusara a Heard de importar ilegalmente los perros al país. Fue multada después de declararse culpable del cargo menor de falsificación de documentos de viaje y luego, junto con Depp, obligada a grabar un incómodo video de disculpa: “Realmente lamento que Pistol y Boo no hayan sido declarados”, dijo un Depp con aspecto sombrío en el video.
Los perros fueron trasladados en avión de regreso a los Estados Unidos, ya que Heard culpó al desfase horario y la falta de sueño por no declarar a los perros al ingresar a Australia. Sin embargo, en el juicio por difamación de Depp en el Reino Unido en 2020 contra The Sun, su exadministrador de bienes, Kevin Murphy, dijo que le había dicho repetidamente a Heard que no se permitiría la entrada de perros a Australia porque no se había completado la documentación adecuada.
También testificó que Heard quería que le pidiera a su ex asistente, Kate James, que asumiera la culpa por no organizar el papeleo necesario; en otro momento, la actriz le dijo a la corte del Reino Unido que lo que pasó con Pistol y Boo fue culpa de Depp y que él le había dicho que ‘engrasara’ (coimeara) a un veterinario.
Un portavoz del Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de Australia le dijo a Law & Crime que estaba “investigando acusaciones de perjurio por parte de la Sra. Heard durante los procedimientos judiciales por la importación ilegal de dos perros a Australia en el 2015”.
Por otro lado, el abogado y agente retirado del FBI, Bobby Chacon, le dijo a la misma fuente que la participación del FBI en la investigación australiana no era inusual: “El FBI mantiene una oficina en Canberra y hay agentes del FBI asignados permanentemente a Australia”, dijo. “Parte de su misión es el enlace y la asistencia, por lo que si los australianos necesitaran algo aquí en los Estados Unidos, sin duda se comunicarían con la oficina del FBI en Australia y el FBI probablemente los ayudaría”, culminó.
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