Los murales borrados
Pese a la protesta y la indignación de un sector de la población que valoraba el arte y la cultura de los murales del Centro de Lima, el alcalde de Lima, Luis Castañeda se deshizo de ellos.
Con rodillo y pintura, apresuradamente se borraron los murales del Centro de Lima. Sin ningún tipo de respeto por los artistas que había dedicado todo su talento para erigir
obras que tenían como propósito acercar el arte a la gente que camina por la calle.
Era simplemente absurdo. Lejos de todo concenso pues donde habia murales hoy hay
pintas de protesta contra un alcalde que enmudeció los mas locuaces muros que habia
tenido la ciudad.
¿Era necesario atropellar a un grupo de artistas entre peruanos y extranjeros ocultando
bajo torpes capas de pintura un trabajo que había llamado la atención incluso de
documentalistas franceses?
Lo que habia sido un muro sucio se convirtió en cultura, color, vida, un regalo visual realizado por dos de los mayores artistas peruanos de la actualidad.
El gran Elliot tupac, cuya tipografía es reclamado en varios paises del mundo, algunos tan lejanos como Túnez al norte de África, donde Elliot regaló al pueblo tunecino mural rodeado de azulejos.
Él convirtió los afiches chicha en obras de arte que piden festivales tan importantes
como el Lolapalooza de Chile. ¿Era necesario maltratar a este artista peruano borrando su obra cono si se tratara de propaganda politica o cualquier mugre que ensuciara la ciudad?
El otro artista es el Decertor, un mago del hiperrrealismo y cuyas obras embellecen
algunos muros del distrito de Miraflores. Hay que mencionar que en estos días se ha
eliminado obras del colombiano Guache, y de los peruanos Entes y su socio Pesimo,
estellas del graffiti mundial, y tambien se borró un trabajo de Kade, sutil poeta de los
símbolos.
Todos ellos artistas con una obra sólida.