Derrame de petróleo: las fallas del oleoducto norperuano
A un mes del derrame las huellas de petróleo aún no han sido limpiadas
El nuevo derrame de petróleo que se produjo por responsabilidad de la empresa estatal petrolera PetroPerú, producido hace un mes, lleva a preguntarse por la desatención del Oleoducto Norperuano frente a las ganancias de la empresa estatal.
Los hechos en la realidad se contradicen. Mientras que en la Quebrada de Inayo en Bagua quedan las huellas de la irresponsabilidad de la empresa estatal más grande que tiene el Perú, el jefe de Estado asegura que se ha recuperado el 90% del crudo derramado.
Por otro lado, las ganancias que PetroPerú alcanzó en el 2015 llegaron a los 500 millones de soles en utilidades y sin embargo las tuberías viejas del Oleoducto Norperuano, dejadas prácticamente en el olvido, han ocasionado uno de los peores daños ambientales jamás sufridos en nuestra Amazonía.
La situación se torna aún más grave con las protestas por la falta de agua y alimento y las denuncias que afirman que algunos menores recogen petróleo por dos soles el balde. Según Indeci 243 personas tuvieron contacto sin protección con el petróleo, la mitad presentó dolores de cabeza, diarreas, vómitos y problemas en la piel.
En el distrito de Morona, Loreto, se derramaron 1497 barriles de crudo que están afectando su forma de vivir. En total más de 2 mil 500 indígenas, en su mayoría wampis, han sido afectados. Asimismo, actualmente hay 9 puntos críticos detectados a lo largo del oleoducto que precisan reparación para evitar próximas tragedias.
Las sanciones por incumplimiento normativo por parte de la petrolera suman 17 millones de soles que de cobrarse no irán a parar a las comunidades afectadas, sino a las arcas de OSINERGMIN, ente encargado de velar que la empresa dé el adecuado mantenimiento al oleoducto.