Cuba va
Tras más de medio siglo de conflicto, el histórico restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos. ¿Cómo se logró este acercamiento? ¿Qué papel cumplió el Papa Francisco? ¿Estamos frente al inicio del fin del bloqueo económico? ¿Qué le espera a la isla?
El deshielo llegó al Caribe luego de 50 años de Guerra Fría entre vecinos. El miércoles, el presidente de Cuba, Raúl Castro y el norteamericano Barack Obama anunciaron en simultaneo el inicio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre sus países.
El primer gesto fue el intercambio de prisioneros, Cuba liberó a dos norteamericanos acusados de espionaje y Estados Unidos hizo lo propio con tres cubanos.
Raúl castro dijo que los cubanos debían aprender el arte de convivir de forma civilizada con sus diferencias y Barack Obama reconoció que 50 años de asfixiante bloqueo a la isla no habían servido de nada.
A Fidel castro no se le ha visto ni se la ha oído por el momento. Pero en medio siglo siempre se le escuchó hablar en estos términos de su vecino con barras y estrellas
Fidel Castro mantuvo su enemistad a muerte con los 11 presidentes norteamericanos que antecedieron a Obama.
Y es que desde que derrocó al dictador Fulgencio Batista en 1959, Fidel, su puro, sus ideas y su ansia de exportar su revolución, representaron un peligro para Estados Unidos
A los dos años de que tomara el poder, en 1961 se rompen las relaciones entre los dos países, ese mismo año Estados Unidos intentó invadir la isla entrando por Bahía Cochinos pero fracasó
Castro entonces proclama que la suya, es una revolución socialista, marxista leninista. La URSS se convierte en su aliado y benefactor económico y un año después John F. Kennedy ordena el embargo total a Cuba.
Meses despúes se produce la llamada criss de los misiles que mantuvo en vilo al mundo. La isla se había convertido en una despensa de misiles rusos a 150 kilómetros de la florida.
Finalmente, nadie apretó el botón pero fue uno de los episodios más tensos de la guerra fría. Con la caída de la unión soviética, el régimen castrista ahogado por el bloqueo está a punto de colapsar, la escasez de bienes de primera necesidad llega a su clímax durante el llamado periodo especial de los años 90.
Estados Unidos, a punta de amenazas, logra que otros países se sumen al bloqueo impuesto al regimen castrista. Miles de cubanos huyen a riesgo de ser devorados por los tiburones y EE.UU. los convierte en ciudadanos nada más al tocar la costa de la florida. Con la llegada al poder de Hugo Chávez, Fidel Castro encuentra a su nuevo mecenas y aliado incondicional.
Chávez consideraba a Fidel su padre ideológico, su alma mater. Petróleo a cambio de médicos fue solo uno de los acuerdos a los que llegaron. El régimen sobrevive pero la salud de Fidel empeora tanto que tiene que delegar el poder en su hermano Raúl.
Comienza entonces cierta apertura más por necesidad que por convicción. Hugo Chávez muere precisamente en Cuba, y asume la dirección de la revolución bolivariana Nicolás Maduro con la misma ideología pero con una economía muy debilitada. Cuba ve como su principal mentor se debilita.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el presidente Barack Obama sufre a comienzos de año un duro revés en las elecciones legislativas y los demócratas pierden el control de las dos cámaras. Es en este contexto en el que se da el acercamiento.
El régimen castrista, necesitado de cambios y Barack Obama necesitado por afianzar su liderazgo y cumplir con sus promesas electorales, esas detrás del ‘yes we can’.
A simple vista los dos han ganado, pero a largo plazo el régimen castrista tiene mucho más que perder porque este parece ser el inicio de un cambio inexorable de su socialismo caribeño. Mc Donald’s conviviendo con canasta familiar subvencionada parece una ecuación difícil de resolver. Aunque China sobrevive con fórmulas igual de imposibles a priori.
Lo que sucedió el miércoles es solo el principio de una historia que puede tener muchas tramas y desenlaces. Pero el mundo aplaudió este primer paso hacia no se sabe muy bien qué.