André Silva es 'El Duque'
Este actor se ha hecho popular por su poderosa interpretación de sus recientes papeles de villano.
Usted ya conoce a este joven que de un tiempo a esta parte ha alborotado los niveles de sintonía y se ha convertido en el villano favorito de las producciones estelares de la realizadora Michelle Alexander.
Cercano al metro ochenta, con un cuerpo made in Huaral que cuida con la misma devoción que le pone a su formación de actor egresado de la escuela nacional de arte dramático y por el que muchas televidentes lo han declarado su artista favorito y hasta su amor platónico, su nombre para las grandes mayorías sigue siendo 'El Duque'.
'El Duque' es ese malo desaforado con mirada de tiburón marrajo, la continuación en extremo del cholo power insolente y manolarga que pedía un papel ciertamente de mayor protagonismo y que terminó de loquear las mentes de algunas damas poderosas pero culposamente antojadas de un platazo bien servido de cariño. Y con repeticuá.
Este actor es el talentoso André Silva, cuya popularidad no tiene que ver tanto con su sabrosa manera de preparar el pollo al estilo oriental sino con la poderosa interpretación de sus recientes papeles de villano, incluido a Giovanni, el novio mantenido de María Eduarda, el personaje que deliciosamente interpreta Vanessa Saba.
André Silva no es cualquier muñeco de carne fabricado por un gimnasio. Él sabe que un cuerpo bien entrenado es la mejor herramienta de un actor que aspira a alcanzar lo más alto. El precio a pagar son horas de duro entrenamiento cada vez que el tiempo lo permita.
Esta semana el actor se dio tiempo para regresar a su Huaral querido y lo primero que hizo fue reencontrarse con su viejo colegio. El viejo centro educativo donde a cocachos aprendió, se ha convertido en un moderno local de los que llaman emblemático.
Y entonces el niño travieso que fue algún día regresó convertido en hijo predilecto de su alma mater. Inspiración para los niños huaralinos, de ese Huaral de las huertas interminables, las naranjas y mandarinas sin pepa que le encienden la nostalgia.
La visita a Huaral fue breve porque André Silva debió llegar a tiempo al teatro Marsano donde la está rompiendo en su papel de rockero del Agustino. El musical se llama avenida Larco, que cada noche registra un lleno absoluto y donde nuestro actor da la sorpresa con el beso más inesperado de su carrera. Beso que repite y reclama más que suspiros de incredulidad. Otra vez André Silva, el actor que admiran los varones y perturba a las damas. El huaralino chancón que aún nos tiene más sorpresas por esta señal.