Lucifer y el Félix hicieron "click" gracias al pequeño Oto
La secretaria y el wachimán viven su propia historia de amor.
El Serenazgo de Las Lomas encontró a Oto deambulando por las calles y cuando lo llevaron a casa de los Gonzáles Miguel Ignacio llamó inmediatamente a Lucifer para avisarle que Morgana Centurión no secuestró a su hijo.
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Claro está, él no había visto que su secretaria ató a la empresaria a una silla y era difícil que perdone lo que le hicieron. Lucifer y el Félix se disculpan con Morgana, pero no da resultado porque terminan en la cárcel.
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La amiga de Francesca está preocupada porque es reincidente y grita su inocencia. El wachimán la calma y asegura que él se echará la culpa de todo, para luego coger su mano.
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Cuando uno de los policías llega para decirles que están libres los encuentra besándose apasionadamente. La parejita le pide que respete su privacidad y solo deje la reja juntita.