Celos que matan

La cuadra 9 de la calle Narciso Colina, en el corazón de Surquillo, se convirtió en el escenario de una sangrienta tragedia familiar. Un crimen perpetrado por un hombre que luego de disparar contra su ex pareja y su hija de sólo 2 años de edad, no dudó en acabar con su propia vida.

Irene Bermejo caminaba por esta acera con su hija en brazos cuando Wildor Maca Cahuana la interceptó para pedirle una vez más que regrese con él.

Irene pensó que se trataba de otra de sus amenazas que no llegaba a concretar. Sin embargo, esta vez Wildor hablaba más en serio que nunca. Desenfundó su revólver y jaló el gatillo.

Sin importarle que Irene tenía a su hija en brazos, Wildor siguió disparando. Aparentemente su objetivo era asesinar a ambas.

Irene estaba herida. Pero durante la balacera dejó a su hija en el suelo para protegerla de las balas. Wildor, seguro de que acababa de asesinar a su ex y a su hija de 2 años, se puso el revólver en la sien y jaló el gatillo por última vez.

Cuando llevaron a la pequeña al hospital ya era demasiado tarde. Una bala le había perforado el pecho y había acabado con su vida.