Recordamos al Chavo del 8 y sus queridos amigos de la vecindad

Sus graciosas ocurrencias nos robaron más de una sonrisa, no habrán tenido una participación prolongada dentro de la serie, pero su corto paso fue suficiente para calar en los corazones de todos aquellos que disfrutamos de las escenas del Chavo del 8.

Cómo no recordar a Jaimito El Cartero, este viejito bonachón que vivía orgulloso de haber vivido en Tangamandapio, pero cuya flojera le hacía excusarse de cualquier actividad para ‘evitar la fatiga’. 

Esta niñita de grandes ojos color caramelo que robaba más de un suspiro a los niños de la vecindad se llamaba Paty. Su cándida inocencia despertó el amor de algunos y los celos de otros. La tía de la niña atrajo la atención de don Ramón y el profesor Jirafales, poniéndolos en grandes aprietos.

Pero así como algunas inspiraban ternura, otras sacaban de quicio a cualquiera. Ese era el caso de Malicha, la sobrina de don Ramón y el dolor de cabeza del profesor Jirafales. Sin embargo, Elizabeth era la más aplicada de esta escuelita, donde Godínez era el menos talentoso del salón.

Otra que se robó el cariño de los fans del Chavo fue la Popis, acompañada siempre de su inseparable muñeca Serafina, fue centro de burlas por su problema al hablar. En nuestra lista no podía faltar doña Nieves, la abuelita de La Chilindrina.