Pervertidos siguen haciendo de las suyas en vía pública

Pervertidos han adquirido la costumbre de recorrer los lugares públicos, registrando traseros de adolescentes y jóvenes, que caminan tranquilamente, sin sospechar que el sujeto que camina detrás de ellas, aparentemente revisando su celular, las está grabando.

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Otros se inclinan por el busto femenino y no han encontrado mejor forma de fotografiar y filmar a sus víctimas que en los servicios de transporte público, sin que nadie lo note.

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Grabar a hombres o mujeres en lugares públicos y a escondidas es un delito contra la intimidad y se sanciona con hasta dos años de prisión, pero el problema es que para que el voyerista sea procesado debe ser denunciado por su víctima.