En Vivo
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Qué tienen en común una poeta, una voleibolista y una cantante. Todas son exitosas, pero, de un carácter de acero.
No tienen pelos en la lengua, pero sí muchos ajos y cebollas. Derraman lisura y muchas veces su verbo florido es motivo de celebración. Hoy, mujeres de armas tomar y sus frases para el olvido.
Si son bien puestas o mal dichas son al fin y al cabo lisuras, si Natalia Málaga ya nos tenía acostumbrados a ellas, le salió competencia. La poeta Dalmacia Ruiz Rosas tuvo un día de furia cuando recitaba en un local en Barranco, un inoportuno espectador le hizo perder la paciencia.
Dalmacia no es la única que ha perdido los papeles en un escenario, casos como el de Eva Ayllón cuando le gritó a su público que también hacia bulla y hasta Lucía de la Cruz que fue sorprendida con una pesada broma a la que respondió con ajos y cebollas.
La psicoterapeuta Carmen Gonzáles asegura que una lisura bien puesta sirve para poner límites, sin embargo, se pierde el objetivo cuando hay un descontrol de impulsos.