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La inseguridad dentro y fuera de los estadios ponen en jaque al fútbol nacional.
Este fin de semana, en diferentes puntos del país, la violencia tomó al fútbol como rehén. Un partido de la segunda división disputado en Cañete se convirtió en una batalla campal entre los hinchas del Sport Boys y el Walter Ormeño.
La gresca se inició en las tribunas del estadio. Las barras de ambos equipos se lanzaban piedras y todo lo que tuvieran a mano. Durante varios minutos, el partido que se disputaba en la cancha pasó a segundo plano pues la pelea en las gradas era cada vez más violenta. La barra del boys logró arrebatarle una bandera a la del ormeño, pero poco después el banderín fue recuperado.hoy conversamos telefónicamente con un hincha del Boys que estuvo en el estadio y, según dice, la barra rosada no estaba interesada en llevarse la bandera de la barra rival. Afirma que quienes lanzaron la primera piedra fueron los hinchas del ormeño.
Durante todo el enfrentamiento la policía no pudo hacer nada para controlar a los vándalos que se atacaban dentro del estadio. Y cuando las barras tomaron las calles, lo que comenzó como una pelea en las tribunas terminó en una infernal balacera con heridos de proyectil.