En Vivo
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Tacones, ropa de látex, globos, monumentos, robots y hasta maniquís, las posibilidades son tan infinitas como la mente humana y es que en el mundo del fetichista todo es posible.
El fetiche se convierte entonces en el responsable del orgasmo o puede potenciarlo al máximo…ya sean objetos, sustancias, situaciones de peligro o alguna parte del cuerpo la que lo lleve al clímax más increíble de su vida, algo que en el acto sexual convencional jamás sucedería.