Para algunas ser Candy se ha convertido en una filosofía

Están dando la hora, según ser una Candy se ha convertido en un estilo de vida para algunas en una filosofía y aunque muchas quisieran serlo no todas pueden pero este fenómeno juvenil que llamaremos “candinismo” tuvo sus inicios en un dibujito animado que fue la semilla y marco el paso de las candys de nuestros tiempos.

Para los especialistas una dulce Candy no es más que la fachada para mujeres de bajos valores, de baja autoestima, cuyo pasado está cargado de traumáticos episodios.

Es más que un estilo de vida, más que un simple sobrenombre, una Candy es una player, una jugadoraza, no tiene bandera y solo busca satisfacerse como dice la canción le gusta el sexo en exceso.

Pero todo comenzó con un personaje, el dibujo animado japonés cuyo protagonista es Candy White, una huérfana que siendo una bebé es abandonada en la puerta del Hogar de Pony, de adolescente va en busca del verdadero amor y la felicidad.

Si comparamos la dulce Candy con la de nuestros tiempos notamos algunas similitudes que han llegado a un terreno alejado del romanticismo.