Lucianito, un niño de cinco años, se encuentra en una lucha por su vida tras sufrir quemaduras de segundo y tercer grado en un 25% de su cuerpo durante una sesión fotográfica.
La tragedia ocurrió por el uso inadecuado de alcohol de quemar, lo que llevó a un accidente que afectó principalmente su cara, cuello y tórax.
El pequeño, internado en el Instituto de Salud del Niño de San Borja, ya ha pasado por una cirugía y se enfrenta a un proceso crítico para evitar infecciones respiratorias.
Los médicos anticipan que necesitará de cuatro a cinco operaciones adicionales y un largo proceso de terapia, recuperación y rehabilitación, incluyendo la atención de su salud mental.
Los gastos médicos son cubiertos por el seguro integral de salud, y la comunidad se ha unido en solidaridad, suspendiendo actividades como el día de la madre en su colegio.